Paseo El Bosque
Con sus 60 hectáreas se convierte en el pulmón verde urbanizado más importante de la región. El complejo de plazas que lo conforman esconde una amplia riqueza forestal y artística. Además también es sede de alguna de las principales instituciones académicas del país.
Antes de ser fundada la ciudad, el predio era una estancia perteneciente a Martín Iraola caracterizada por poseer un amplio bosque de eucaliptos. Tras ser expropiado, se fundó el 5 de junio de 1882 con el nombre “Parque de Buenos Aires”, 4 meses antes de que se inicie la construcción de la ciudad de La Plata. En su interior existió una casona donde pernoctó el gobernador Dardo Rocha y fue utilizada como uno de los edificios públicos técnicos para la delineación de la ciudad. A principios del siglo XX la histórica casa fue derrumbada y se construyó el actual estadio “Juan Carmelo Zerillo” del club Gimnasia y Esgrima de La Plata. Durante estas primeras décadas El Bosque pierde más de la mitad de su dimensión original. Actualmente esta delimitado por las avenidas 1, 122, 60 y la calle 50.Inaugurado el 11 de diciembre de 1904, el lago artificial del Paseo el Bosque se transformó en una postal característica para quienes lo visitan. Su construcción fue realizada en dos etapas cavando a pico y pala. La tierra removida se consolidó “la montañita” que fue coronada con una pérgola dónde tocaban bandas locales. Desde sus orígenes se instaló un puerto para góndolas, botes y catamaranes.
El éxito recreativo hizo que a los pocos meses se retirara “la montañita” y se construya la actual gruta a base de cemento. Definitivamente el principal atractivo es la cascada de agua donde cada fin de semana se fotografían parejas de recién casados y chicas quinceañeras, pero el complejo mantiene muchas otras curiosidades entre sus laberintos y red de escaleras. En primavera la montaña sobre la que se sostiene se baña los pétalos de las flores. Desde los tres niveles que posee el circuito puede deleitarse una visión panorámica tanto del lago y sus botes como así también de gran parte de la riqueza forestal del bosque. Fusionado a los caminos se pueden intervenciones artísticas que rescatan y reciclan la madera de los árboles caídos por tormentas pasadas.
Entre las palmeras y el espejo de agua del lago puede observarse una enorme cúpula y un pórtico. Presente desde 1947 el Anfiteatro Martín Fierro es una de las estructuras más visibles del sector. Se encuentra prácticamente unido a la gruta mediante un pasaje de dos niveles decorado con balaustras con pilares con características dóricas. A su vez estos pilares elevan enormes maceteros con forma de copa con grabaciones alegóricas.
A través de la avenida Iraola se puede acceder al Zoológico y Jardín Botánico Municipal, el Museo de Ciencias Naturales de la UNLP y el complejo Museo-Observatorio-Planetario de la UNLP. Tres instituciones destacadas y prestigiosas a nivel nacional e internacional.
La condición de “pulmón verde” del Paseo el Bosque retomó su importancia inicial cuando se instaló la destilería y polo petroquímico de Ensenada. Desde ese entonces sus miles de árboles se transformaron también en una cortina vegetal contra la contaminación del área.
Entre su riqueza forestal destaca el “Jardín de la Paz”, un monumento destinado a la hermandad de los pueblos del mundo. Fue ideado por el ingeniero Alberto Oitave e inaugurado el 19 de noviembre de 1936. En sus inicios estuvo ubicado en los actuales terrenos del Teatro Argentino bajo el lema: “todos los países del mundo representados por su flor nacional, se encuentran unidos aquí, en la más cordial amistad, por el vínculo indisoluble de la Madre Tierra”. El espacio reúne 66 banderas del mundo y las flores nacionales de cada uno. Durante años estuvo sin mantenimiento hasta que en marzo del 2015 se unieron más de 35 colectividades para su re-acondicionamiento (Fuente: diario ElDía)
Hacía 1885 el periodista Arturo Di Castellnuovo escribió: “entreveo ya la mancha espesa de una selva de eucaliptos”, a medida que su tren se acercaba a la ciudad, según narra el libro LaPlata-Argentina editado por la municipalidad en 1999. Pasaron más de 130 años y su densidad forestal aun es característica, aunque ahora posee una diversidad de árboles y plantas. A lo largo de sus 60 hectáreas se pueden encontrar fresnos, tilos, robles, palos borracho, jacarandas, palmeras, tipas coloradas, álamos, acacias y nogales, entre otras especies. Entre las estrellas se puede renombrar los Gingko Bilova oriundos de China y Japón, y un ejemplar de higueron plantado por el mismísimo Carlos Spegazzini, uno de los botánicos más importantes de Latinoamérica.
Las intervenciones escultóricas no son pocas en el gran predio. A la cabecera, en la Plaza Almirante Brown se presenta una de las fuentes más grandes del Partido. Consiste en una obra a base de granito de cuatro grandes niveles. Una fuente de la cual se eleva una gran columna que posee figuras alegóricas a la incipiente nación. En lo alto, sobre un capitel greco-latino, la imagen del padre de la Armada Argentina mirando hacía el Río de La Plata donde combatió a las fuerzas realistas.
En el epicentro del paseo se encuentra otro de los mayores monumentos de la ciudad, este dedicado al ex-presidente Bartolomé Mitre. Un complejo arquitectónico que reúne figuras de bronce representativas de cada aspecto de la vida de Mitre: Legislador, militar, historiador-poeta y conductor. Proyectado en 1937, la obra realizada por el artista Alfredo Bigatti vio la luz en 1942 durante los festejos de la fundación de la ciudad. Sobre la escultura principal puede observarse un grabado, un bajo relieve de una figura femenina la cual representa a la provincia de Buenos Aires.
El tercer complejo escultórico se encuentra sobre el camino que lleva al Museo de Ciencias Naturales. Conocido como “Los cinco sabios”, fue donado en 1942 por la Universidad Nacional de La Plata, por aquél entonces encabezada por el Dr. Alfredo Palacios. Realizado por el esculturo Máximo C. Maldonado, constan de cinco bustos dedicados a los grandes académicos que pasaron la ciudad: Alejandro Korn, Florentino Ameghino, Pedro Bonifacio Palacios, Carlos Luís Spegazzini y Juan Vucetich.
En las más de 60 hectáreas pueden encontrarse cuatro esculturas en mármol realizadas por el reconocido Pietro Costa, las figuras del General Artigas y del cantautor Carlos Gardel, grabados de animales, la representación “Náufragos” de Emilio Andina, y placas conmemorativas, entre otros.
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